LA POESÍA SECRETA.
Se cuenta que en una ocasión Neruda y Lorca fueron a dar una conferencia a un pueblo. En la estación de trenes nadie los recibió. Cuando llegaron al local les dijeron que habían ido a buscarlos a la estación, pero que no los habían reconocido porque esperaban que fueran vestidos como poetas. Lorca declaró: «Es que somos de la poesía secreta».
Retranca de juglar, malafollá granaina o ironía nazarí…
Nunca lo sabremos con seguridad, pues este país nuestro, hace desaparecer a los poetas secretos, y exhibe como a monos de feria a los nuevos poetas maragatos, que acompañan sus ripios deformes, con la escalera y la cabra…
Vestidos como viejas estrellas del rock, declaman sus estrofas de lírica cuántica en escenarios repletos de luces de colores y músicas de los más variados instrumentos…
A veces, los ves rodar por el suelo, acompañados del tañer de un falaz cuenco tibetano, primo hermano del mortero con el que nuestras abuelas hacían ajoblanco, mientras limpian el escenario con sus largos vestidos de monjas tretrapléjicas parodiando un minué…
Según la estadística, esa ciencia matemática tan manipulable como los viejos augurios romanos, el 70% de lo que se edita en este país es poesía, ¿pero qué poesía…?
No es poesía secreta, nacida de orfebres de la palabra, ajenos a los afeites del nuevo gay-trinar y sus romanzas huecas…
El coro de los grillos que cantan a la luna, esos tenores huecos, que no distinguen las voces de los ecos, han tomado al asalto el palacio de la silla de oro de la princesa triste, y han cercenado las rosas del huerto de Ronsard; inundando los folios de ardides y crucigramas, de barreños de cascajo de capiteles dóricos, a los que han sustituido con puntales metálicos que mantienen muros de contención para migrantes de la escritura moderna, mientras soplan las siete trompetas que han de hundir las murallas de la vieja Jericó bíblica…
Dicen los académicos y sus fariseos con cátedra, que esta nueva poesía cura las almas sin tocarlas, alinea los siete chakras, y adormece nuestro espíritu crítico con sus mantras arcanos de tribus ancestrales, que en vez de comer la manzana del árbol del conocimiento, sellaron con los visitantes de las estrellas, extraños acuerdos simbióticos que nos convertían a los humanos en seres de luz, tocados por la divinidad, siempre que nos mantuviésemos a dieta, repitiendo ecos, en posturas de yoga debajo de una higuera, mientras el mundo se va al carajo…
Yo, escéptico de nacimiento, echo de menos a la poesía secreta…
Y a los poetas austeros, que, en vez de engordar a costa del sistema, se pasaban la vida luchando, solidarios, contra cielo impasible, vertical e inquebrantable, aunque solo fuese para desaparecer en una fosa sin nombre o en una cuneta polvorienta…
Y lo dice un cristiano que ya sabe el día, que va ser devorado, en la arena del Circo, por estos nuevos poetas, recién llegados del musical del Rey León…
Buenas ya tardes,
Me gusta, no voy a añadir más, aunque podría. Pero…¡el tiempo de que cada cual dispone es limitado, no siempre, pero sí en ocasiones, como la de ahora!
Saludos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias y buenas tardes-noches… Parece que últimamente todos tenemos el tiempo limitado… ¿Cuando abrirá AMAZON una tieda de tiempo, con descuentos PREMIUM…? Un saludo cordial y veloz…
Me gustaLe gusta a 1 persona