Quo vadis, Pedro?

JUGAR CON FUEGO.

Es la vieja historia de los cavernícolas y la chispa que les quemó los huevos. La del aprendiz de brujo que al juguetear con pócimas mágicas se chamusca las pelotas. O el santo varón de la Cruz Verde, que empezó poniendo capirotes a los herejes y luego le tomó el gusto a asarlos a la parrilla, cayendo, muchas veces, por su origen converso sin pedigrí, de la sartén al fuego.

Digan lo que digan, jugar con fuego es peligroso… Mi madre cuando me veía con una caja de fósforos, siempre me anunciaba: acabarás meándote… La sabiduría popular…

Desde hace años, sobre todo desde lo más crudo de la crisis que dejó a tanta gente en la calle con sus sueños quebrados y meados por el sistema, que hablaba de que esto era una lluvia pasajera, los gurús de los dos grandes partidos (bipartidismo corrupto turnista) notaron una gran desafección por parte de la mayoría de la población con el teatrillo de marionetas en que se había convertido el corrupto y maniqueo ballet parlamentario y sus pergeñadas coreografías caciquiles: “Quítate tú, que me ponga yo…”

Fue entonces cuando el confesor de Rajoy, marido de la deslenguada jugadora del Candy Crush y avasalladora de conductores de coches oficiales, convenció al vago de Mariano, para que iniciara la vieja estrategia del miedo… “Jugaremos con fuego, pero sin quemarnos…” “Lo mismo me meo…” atajó el zangolotino gallego.

Así desde las tertulias de la derecha más extrema se dio pábulo al Coletas, que aprobando un primer examen con Jiménez Losantos, pasó a convertirse en el diablillo que amenizaba todos los coloquios y corrillos de la gente de bien. “Pongan un comunista educado en su mesa…” Decían los gregarios de la prensa subvencionada…

Y así empezó el juego (si la gente cree que estos “chavistas venezolanos” pueden ganar, votarán todos a Mariano), y en un primer momento funcionó… El Partido Popular, a pesar de sus múltiples causas judiciales abiertas, era la opción más votada por los asustadizos votantes del centro (el que viene de UCD, sociológicamente franquista, siempre está con el poder). Esa clase media defenestrada por la crisis y que sigue apoyando el orden y la Ley desde los comedores sociales…

Pero como siempre pasa cuando se juega con el miedo, perdón con el fuego, al final, te quemas… Y Mariano sufrió una moción de censura que lo puso en la calle, con sus calzones mojados…

Llegó el pánfilo Sánchez, que lo más grande que había dirigido fue el PSOE y acabó tapando las urnas de votos con una cortina… Pero llegó para quedarse, o al menos eso le vendió su aprendiz de brujo, el gurú que susurra a los caballos y cambia los colchones de la Moncloa…

Como no hay nada nuevo bajo el sol, y las ideas son muy fáciles de copiar, el confesor del pánfilo de la Moncloa, engatusó a su jefe con la misma filfa que la había servido al cobrador en negro de la Calle Génova… “Pedrito, ya sabes como las gasta Botín y sus esbirros, así que gobernar con el Coletas es imposible… Tenemos que buscar un enemigo que les dé mucho miedo a los votantes “progresistas” (también salidos de la UCD, los “socialdemócratas” que votaron el divorcio y crearon el IRPF, hijos de Fernández Ordoñez) y que esté a punto de morir o muerto” “Franco, su familia, la fundación y los requetés de las apariciones marianas…” atajó el pelotudo guaperas socialisto…

Así, con dineros de Irán y los viejos pendones de la reconquista, una vez limpiados de la mierda de caballo, cagadas de ratas y olor a formol, volvieron las banderas victorias al paso alegre de Abascal, y traerán prendidas cinco rosas, las flechas de la momia que acaban de exhumar…

Pero como siempre pasa cuando se juega con el miedo, perdón con el fuego, al final, te quemas… Y resulta, que si le das al fascismo las pantallas de televisión, las tertulias y hasta la aprobación del “Sálvame de Luxe”, les pasa como al Cid campeador de Pérez Reverte (marca registrada), que ganan batallas aunque estén muertos…

Y así estamos, que a cuarenta y ocho horas de abrir los colegios electorales, la ultraderecha cavernaria y fascista, está vendiendo la moto de la salvación patriótica, y ese franquismo sociológico que siempre ha estado ahí, la va a comprar, aunque sea con un crédito de VIVUS o COFIDIS…

Lo malo de jugar con fuego no es que te quemes, ni siquiera que te mees… Lo peor es que se te vaya de las manos, como a Nerón, y acabes arrasando con todo lo conocido…

Dios nos libre…