DE DÍAS RAROS Y GATOS POR LIEBRES…

Andaba yo ocupado en una bitácora argumentativa y con vistas al futuro. Pergeñando una salida para la niña Leonor, que presuntamente será la heredera de la Jefatura del Estado, Dios mediante.

Reflexionaba sobre la oportunidad que se nos presenta, con la niña Leonor, de reformar la trasnochada Constitución de 1978 para borrar esa rémora machista del artículo 57.1 que de forma patriarcal y vieja prefiere legalmente “el varón a la mujer” como sucesora de la corona…

Así mismo, para mejor vida de la niña Leonor y sus proyectos culturales y educativos; suprimir el artículo 62.h, que la convierten, por “blasones”, en “El mando supremo de las Fuerzas Armadas”. Obligando a la chiquilla a transitar por cuarteles, academias castrenses rancias y elitistas, y sobre todo, por esos posos de franquismo arcaico de algunos clubs de oficiales; durante tres años de su biografía…

Pensaba yo, pacifista y laico, que tal vez le viniera mejor una formación en humanidades basada en tres pilares: la ética, la defensa de la democracia y un constitucionalismo crítico y moderno… Lo mismo no se aburría tanto, como presidiendo desfiles de soldaditos de plomo… Gatos vestidos de liebres, en un sistema democrático…

En esas andaba, cuando un buen amigo (al que me cuesta negarle nada) me mandaba un mensaje en estos términos: “Credit Suisse pide 50.000 millones al Banco de Suiza para reforzar su liquidez. Así está el ingreso mínimo vital en Suiza. Se impone una entrada en tu blog hablando de eso”.

Y yo, picado, acreedor de mis compañeros de viaje, y sobre todo trebejo de cualquier buena discusión tertuliana; me he dispuesto a entrar al trapo como pugnaz morlaco…

Siempre con presupuestos bien ordenados, como buen provinciano sujeto a la feroz crítica de los académicos capitalinos.

Primero: Desde tiempos de los romanos hemos articulado un sistema social donde existe una elite patricia que domina el dinero y que utiliza a los políticos para convencer al pueblo que la mejor forma de realizarse en la vida es defender a los ricos, bajo la envenenada añagaza de que esa élite pudiente “ceden con sus impuestos” para conservar el sistema. Es el viejo mito de “la soberanía popular” que se limita a colocar en los puestos de poder a representantes elegidos, comprados y cebados por esos patricios adinerados…

Segundo: Después está el relato hegemónico del liberalismo radical, que siembra en cada hombre la ficticia idea que con su trabajo y esfuerzo puede llegar a formar parte de la elite que domina el dinero… Aunque, en dos mil años, se cuentan con los dedos de una mano algún caso parecido… Siempre tramposamente diseñado para mantener la estructura social bien dividida…

Tercero: Cuando los patricios de la élite están en peligro tocan la corneta y sus políticos, jueces, procuradores y técnicos administrativos, bien pagados; pintan el cielo de rojo anunciando lluvia de sangre… Hay que sacrificarse por el sistema para mantener las formas… El ciudadano tiene que defender a los patricios, sus latifundios, empresas y bancos… Es la magia del Estado del Bienestar…

Cuarto: ¿Por qué los bancos son rescatados…? La usura es una de las profesiones más viejas del mundo, y como tales, con muy mala reputación; pero el poder de los banqueros es intocable, pues son los depositarios del capital de la elite patricia dominante (las cuentas de los ciudadanos normales, para ellos, son un engorro). Su negocio es recibir dinero a bajo precio y prestarlo al tipo más alto que les permita el regulador del sistema, que vive de ellos. Aun así, como todo negocio, una mala gestión o malas inversiones pueden llevar a estas empresas a la quiebra. Es entonces, cuando los políticos y dirigentes de turno, empiezan a contarnos cuentos de terror… El mundo parece que se hunde bajo nuestros pies, aunque en nuestra cuenta bancaria solo haya 195 euros… Hay que salvar a los depositantes (lo que quiere decir que el presupuesto del Estado debe correr con los gastos de la mala gestión de los usureros), y aquí paz y luego gloria…

Quinto: Es tan burda la historia, que parece mentira que haya tanta gente que se crea este relato hegemónico de que los ricos tienen que vivir bien, para que los pobres tengamos algo que comer… Somos el perro que vive de las sobras, pero un perro que ama a su amo y que lo defiende hasta la muerte…

Y por fin, llegamos a Suiza y su banco quebrado… La confederación helvética es el país más rico del mundo, con una renta per cápita de 85.000 dólares. Es el paraíso del capital por su secreto bancario inviolable y su neutralidad egocéntrica. Varias veces ha rechazado formar parte de la Unión Europea, y en 2016 los votantes suizos rechazaron en referéndum una renta básica garantizada para los ciudadanos pobres… El país más rico del mundo, pero también el más egoísta del mundo… Son la panacea de la elite patricia adinerada a la que defiende con los vistosos guardas suizos (que también defienden al Papa, que detalle, ese que cambió el Padre Nuestro para que no perdonáramos las deudas a nuestros deudores…)

Hoy conocemos que el estado suizo va a ceder 50.000 millones del bolsillo de sus ciudadanos al Credit Suisse por riesgo de quiebra… Lo mismo que M.Rajoy puso 64.000 millones, en su día, para el rescate bancario español (que no nos iba a costar nada; y del que todavía no sabemos cuándo recuperaremos algo, si es que esos benditos usureros deciden, en un futuro lejano, devolver lo cobrado; si son católicos modernos las llevamos claras…)

Y es que nosotros, soberanía popular, decidimos en su día que los ricos eran intocables; y que nosotros viviríamos de sus migajas… ¿Qué no te acuerdas cuando lo votaste…? Lee la Constitución, “soberano”

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